Música para leer
Hola! soy Dan y quiero contarte una historia.
En la escuela yo tenía un rival, su nombre era David, no sé cómo sucedió simplemente un día aparecimos indiferentes sin habernos conocido, competíamos en cada momento del día, a veces ganaba él, a veces yo, nadie bajaba la cabeza simplemente éramos jóvenes y queríamos ser el mejor en lo que fuera.
- Él tenía una voz fenomenal en el canto y yo era hábil con las cuerdas de mi guitarra.
- Él era el mejor en básquet en la escuela y yo era el mejor en fútbol.
- Él podía iniciar conversaciones amorosas con amigas que recién conocía y yo escribía poemas en mi habitación.
- Él ya había tenido 2 novias y yo aún no había besado a nadie.
- Él era malo en matemáticas y yo era muy bueno en números.
- Él se sabía todos los pasos de baile de moda y yo podía hacer mortales en el aire usando un sólo brazo.
- Él hacía ejercicios para ser más fuerte y yo hacía ejercicios para ser más fuerte que él.
Hasta que un día, simplemente crecimos, a darnos cuenta que, lo que a uno le faltaba lo tenía el otro y entonces, empecé a tocar mi guitarra y él, a cantar.
Cantas genial!
Eran las palabras de Dan
Y veía que se esforzaba por demostrarlo, era inevitable darse cuenta de su talento innato en el canto.
Eres increíble con la guitarra!
Eran las palabras de David
Que me pasaba horas practicando en casa. Alguien que no sabía nada de música sorprendía a David con su concepto «la música es para los músicos».
Desde ese momento las cosas cambiaron:
- Él me enseñó a jugar básquet al igual que yo a él a jugar fútbol.
- Me ayudó a superar mi timidez frente a una chica y yo le enseñé a ser más romántico con ellas.
- Él compuso una canción usando mis poemas, y yo tuve mi primera novia usando sus consejos.
- Le enseñé matemáticas y él me enseñó un poco de música.
- Me enseñó a pelear y yo, a ganar una sin lanzar un sólo golpe.
Y aunque ahora estamos lejos uno del otro, me quedó esta lección.