A los 20 años decidí mudarme de casa de mis padres y fui en busca de algún roomie para compartir gastos y todo eso. Luego de buscar y buscar, encontré una chica que había anunciado por Internet que, al igual que yo, salía de casa pero necesitaba un compañero.
Ella era muy bonita y al convivir con ella me di cuenta que era muy organizada. Además, desde un principio me dio las reglas de la casa.